No tomarás el nombre de Dios en vano
No tomarás el nombre de Dios en vano
Diariamente, muchas personas que incluso se hacen llamar cristianas, han utilizado el nombre de Dios como lenguaje cotidiano, ya sea para algo que les afecte o incluso en exclamaciones. Pero la verdad es que, al utilizar el nombre de Dios en vano, o como algo cotidiano, lo apartamos de su verdadero significado. El segundo mandamiento de la ley de Dios nos dice: “No tomarás el nombre de Dios en vano”.
¿Por qué es una ofensa incumplir con este mandamiento?
Entendemos como vano a todo lo que sea falso o vacío. Por lo tanto, hacer uso del nombre de nuestro Dios para cualquier tipo de situación o como una simple expresión, provoca un significado vacío y hueco a la palabra de Dios, provocando deshonora de su nombre.
El nombre de Dios sólo debe ser utilizado como símbolo de adoración, confesión y oración. De otra forma, simplemente estaríamos blasfemando, y por esta razón, Dios nos indica a no utilizad su nombre en vano.
¿Qué es la blasfemia?
La blasfemia es una ofensa a Dios, y un pecado bastante grave. Consiste en pronunciar palabras o realizar acciones de menosprecio contra Dios, La Virgen y todos los Santos. Es la total difamación del verdadero significado de Dios.
¿Como cristianos ¿cómo debemos nombrar a Dios?
Jesucristo enseñó a sus discípulos a hablar con Dios, haciendo referencia a su nombre de la siguiente manera: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre”.
De esta forma, el mismo Jesús, hijo de Dios, nos indica que el nombre de Dios Padre Todopoderoso, sólo debe ser utilizado en todo aquello que pueda honrarlo y santificar su nombre. En todo aquello que sea puro y bueno, en conclusión, la única forma de hacer uso del nombre de Dios es mediante la adoración, confesión y oración.